Hoy martes 21 de abril se ha apagado la luz, se ha ido las
bullas, se ha ido los colores, se van algunas ideas, se crea una incertidumbre.
Me encuentro viviendo en la casa de mis padres, ya es de
noche y no hay luz en la casa, papá se fue a dormir con mamá, hermana se fue a
dormir y yo estoy escribiendo esto en mi cuarto bonito.
Tengo 30 años y regresé a vivir con mis padres por el tema
del coronavirus, creo que si no hubiese vuelto, como el hijo prodigo, yo me
hubiese muerte de hambre y de soledad en mi casa de pobreza.
Antes de que empezara la cuarentena, yo estaba en una
situación difícil, estaba tirando la toalla, ya nada me importaba, hasta mis
proyectos lo estaba tirando al tacho. Estuvo 4 días sin comer. Todo porque estaba
depresivo y me sentía derrotado y porque quería olvidarme de todos los
monstruos que me atormentaban la mente y el corazón.
Estuve 02 meses solo, viviendo en condiciones de pobreza, al
inicio me la estaba pasando bien y hasta me estaba acostumbrando a vivir solo y
a disfrutar de sus beneficios, pero la última semana de los dos meses la pase
muy mal. Ya sentina que mi cuerpo y mi mente estaba por colapsar, sentía lo
síntomas de depresión y preocupación. Hacía de todo para no deprimirme, salía a
correr, tomaba bastante café, comía productos marinos, publicaba huevadas por
feis, molestaba a mis compañeros y amigos desechables, me bañaba para olvidarme
de mis penas, tomaba vino y cerveza por las noches para relajarme, también me
masturbaba 01 vez a la semana o iba a las prostitutas. Las amigas para el sexo
no habían, siempre las invitaba, pero siempre me rechazaban argumentándome con
algún pretexto, ya sabía que me rechazarían, pero igual lo intentaba.
Durante esos 02 meses del infierno, la pase muy mal 02 noches
distintas. La primera noche lloré como un bebe a gritos y maldiciendo a todo el
mundo, esa noche llore junto a la canción de Belanova “no me voy a morir” ,
llore recordando una vez más mi primer amor, mi primer ex que tuve a los 24
años en la universidad, su nombre era dayza y era una madre soltera. También
lloré por los recuerdos de mi infancia en la sierra de Puno, son recuerdos
realmente tristes, sentía un enorme dolor por mi madre y hermana.
La segunda noche maldije en llanto a todas las personas que
me hicieron daño y me provocaron traumas que no se borran, esa noche lloré a
gritos con la canción Faded de Alan Walker.
En especial cuando entraron a robar 6 asaltantes armados con pistola en
la casa de mis padres, yo tenía 27 años y no pude hacer nada, frente a mis ojos
hacían llorar a mamá con una pistola en su boca amenazándola de muerte si no le
decía dónde estaba el dinero. Amenazando a mi hermana tumbada y amarrada en el
piso que la iban a violar si no le dábamos lo que querían los delincuentes, yo
no pude hacer nada. Me orine de miedo literalmente. Es el mayor dolor y
resentimiento que tengo.
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